Cómo parar los ladridos de mi perro

Soluciones para evitar los ladridos de mi perro, controlar sus emociones es una parte importante de tu responsabilidad como dueño. Al fin y al cabo, los ladridos excedidos pueden resultar irritantes no sólo para ti sino también para tu vecindario

Control de la ansiedad

En los paseos con tu perro procura llevar el liderazgo, muchos de ellos ladran cuando ven a otros congéneres, es el reclamo para invitarles a jugar o agruparse. Es una expresión totalmente normal, te corresponde decidir el momento más oportuno en autorizarle, realiza un preámbulo con algunos ejercicios de obediencia, forma parte de la educación para rebajarle la ansiedad. Es importante que tu perro aprenda a calmarse y saber esperar hasta que llegue el momento de disfrutar de su recreo.

Ladridos cuando se queda solo en casa

Si tu perro ladra cuando se queda solo en casa, intenta dejarle operativo un transistor para hacerle más llevadera la soledad. También puedes darle algún juguete interactivo que le proporcione mayor entretenimiento, así como los muñecos de goma dura que liberan golosinas de su interior. Otra buena fórmula para aminorar la ansiedad, es dejarle una vieja prenda impregnada de tu olor. A tu regreso, mantente unos minutos sin prestarle demasiada atención, y una vez lo veas apaciguado y de forma breve dedicale un poco de juego, sobre todo sin llegar a crear una sobre excitación. El perro te habrá echado de menos y no hay mejor manera para restablecer el vínculo de la manada.

Soluciones para evitar los ladridos de mi perro1

Ladridos producidos por el instinto de guarda

Una de las razones más comunes por la que un perro ladra es para avisar. Si tu perro ve algún desconocido acercándose a tu casa, ladrará para hacértelo saber, ya que ve en ti al jefe del grupo y querrá que también participes. Algunos perros han sido adiestrados y demuestran excelentes instintos para dar la señal de alarma, posiblemente a ti te venga muy bien consolidar esa conducta. Deja que tu perro ladre para llamar su atención pero hazlo callar calmándole en cuando te hayas asegurado de que no existe ninguna situación anómala.

La orden de “Basta” o “No”

Uno de mis métodos favoritos en enseñar al perro a respetar la orden “Basta” o “No” es hacerle callar cada vez que ladre impropiamente. Utiliza algún artilugio que agitándolo sea lo suficiente ruidoso, como por ejemplo, un botellín de plástico al cual le introduces una pequeña base de 2 a 3cm de gravilla con unas 2 /3 cucharillas metálicas de postre y le pones el tapón. Si agitándolo el ruido no le disuade, se lo arrojas con destreza y algo de firmeza sobre su cuerpo para atraer su atención, inmediatamente mandale con autoridad la orden de "No". Una vez controlada la situación dale tranquilidad y premiale con voz y gestos calmados, retira rápidamente el botellín y recuerda que no es un juguete más. No le grites ni pierdas la calma cuando le reprimas, si quieres que deje de ladrar. Gritándole puedes provocarle más ansiedad y perjudicar la evolución de su educación. Los malos modos sólo le provocarán desconfianza y reforzarán nuevas conductas no deseadas.

Sigue un método coherente para no confundir a tu perro

Las directrices de un buen adiestramiento se fundamentan en seguir criterios y métodos coherentes, los perros responden muy bien al condicionamiento repetitivo, con toda seguridad la constancia te conducirá a unos resultados exitosos. Nunca es demasiado tarde para iniciar nuevos desafíos con perros adultos, hay muy buenos centros caninos para que puedas pasar momentos inolvidables.

En resumen:

La educación es siempre la mejor vía para corregir conductas inadecuadas de tu perro, sin embargo, recuerda que para el perro ladrar forma parte de su naturaleza. Ahora bien, si los ladridos persisten y no hay forma de controlarlos, un profesional experto en conductas podrá darte buenos consejos e incluso sugerirte otras alternativas, no descartes los sistemas de antiladridos que también lo son. Si tu situación es apremiante e insostenible te recomiendo priorizar con opciones rápidas y efectivas para el bien de todos, me remito aquel proverbio que dice: “más vale prevenir que lamentar”.

Miquel Navalón - Conductista Canino

Consultorio gratuito sobre conductas del perro